miércoles, 5 de enero de 2022

¡Ya vienen los reyes magos!

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  Si algo hay que se haya convertido en prototípico de la Navidad el último medio siglo, son los clásicos villancicos populares de niños gritones. Qué queréis que os diga: a mí me encantan y desprenden un aroma navideño, tienen ese rinconcito especial en nuestro corazón, que creo que ningún villancico de raíz anglosajona podrá llegar a tener (aunque soy tremendamente fan de estos últimos, como bien se ve en el propio blog).

    Sin embargo, aquellos tienen esas reminiscencias de navidad tradicional, esos ecos de niños pidiendo el aguinaldo que estos últimos... en fin.

    La cuestión es que esa tradición del aguinaldo se va perdiendo, parece ser, e incluso los niños pasan a sustituirlas con otras fiestas y momentos del año (Halloween, vaya, esa fiesta que también tenemos y que es la Noche de todos los Santos y la Noche de difuntos. Aquí va otro "en fin..."). Es más, cada vez gana más terreno la tradición ligada a San Nicolás frente a la ligada a sus majestades los Reyes Magos de Oriente: una tradición única y mágica (nunca mejor dicho), que, por increíble que parezca, ha sido capaz de poner de acuerdo a gente como somos los españoles durante siglos. 

    Pues bien, dado que me niego a dejar de poner villancicos de niños gritones y además soy #TeamReyesMagos, os dejo aquí un villancico genial para esta noche (perdonad que los niños no sean especialmente gritones, pero en la segunda parte suben un poco el nivel.) 



    También tenemos el clásico toque misterioso de los villancicos tradicionales, en este caso, con ese "olé, olé, Holanda, olé, Holanda ya se ve." ¿De dónde sale?, ¿a quién se le ocurriría? Ya sé que mucha gente se indigna con este tema, pero qué queréis que os diga, cuando oigo este villancico, no puedo dejar de pensar en una letra creada por ejércitos de tercios de camino a  Holanda.

    Me imagino a esos aguerridos hijos de mil padres (perdonad las licencias "Arturoperezrrevertianas") con sus bigotazos avanzando con una marcha pseudo-militar a buen paso presentándose como los Reyes Magos que van camino a Belén y pasan de ya que están por Holanda, que ya se ve. Me los imagino voceando que van "cargaditos de juguetes" mientras acarician con mimo y cuidan con atención maternal sus mosquetes. Y, cómo no, cuando les entra sed, nada de agua, que el río va revuelto. Que elegante forma de decir que va a haber gresca, que quieren bebidas espirituosas, no simple agua, y que van hacia Holanda, donde, efectivamente, la turbiedad de las aguas hacía imposible muchas veces beber de ellas.


En fin... (y este sí es el último "en fin" de hoy), que me voy ya para poder ir pronto a la cama, que si no sus Majestades no pasarán por aquí.

No dejéis de pedir siempre como niños, de creer siempre como niños y de llenaros de ilusión siempre como niños. Que este año 2022 esté lleno de alegrías y triunfos y que los vivamos y esperemos con la ilusión de un niño la noche de Reyes. Y si no queréis, porque os sentís muy mayores, decidlo, que ya lo pido yo por vosotros. No me da vergüenza. ;)

“CASIOPEA EN LLAMAS” YA DISPONIBLE.

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